El gerente de la empresa que explota la planta de Pacará Pintado, Mario Criado, quedó imputado ayer por la presunta contaminación que genera el centro de disposición final de los residuos al cauce del río Salí.

El empresario escuchó ayer durante tres horas las pruebas recogidas en la causa que instruye el juez federal subrogante Nº 2, Mario Racedo, pero prestará declaración indagatoria el miércoles 6 de octubre. Racedo le imputó la supuesta violación al artículo 55 de la Ley 24.051 (Residuos Peligrosos), que impone penas de entre tres y 10 años de prisión a quien "utilizando los residuos envenenare, adulterare o contaminare de un modo peligroso para la salud, el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general". La causa fue iniciada en 2007 tras un peritaje de Gendarmería Nacional.